sábado, 23 de enero de 2010

EMPEZAR A TRABAJAR

Hace unos días que me reincorporé a trabajar tras la baja maternal. Al principio tenía hasta ansiedad al pensar que Sofía me iba a echar de menos, que iba a llorar mucho, que no iba a tener su tetita... Poco a poco me fui relajando al darme cuenta de que ella estaba bien con el papá y con la abuela y que aunque le da mucha alegría verme cuando vuelvo, y seguro que algo me echa de menos, ella sigue tan feliz como siempre. La que no esta tan feliz soy yo que me acuerdo a todas horas de ella. Me da tanta pena perderme un sólo minuto de su vida. El otro día al volver me dijo la abuela que ya dice "te-ta" ( a su manera claro) y y me lo había perdido. Bueno, creo que lo podré soportar. A cambio estoy de nuevo integrada en mi trabajo, vuelvo a sentirme muy útil en lo que hago fuera de casa y he dejado de estar obsesionada con las tareas domésticas.
Esta etapa de mi vida ha sido la más emocionante de todas y en la que me he sentido más yo, más llena de vida y más llena de amor para dar. Sólo espero que pueda repetirlo al menos otra vez y que sea igual de maravilloso.

4 comentarios:

  1. La etapa no termina solo cambia, espero que esta nueva parte la disfrutes mucho y de de nuevo, como tu deseas, puedas aportar otra nueva experiencia a la que ya tienes.

    Saludos

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  2. Muchas gracias Magda. Desde luego que la etapa no acaba y sólo cambia, cambia cada día. Un saludo.

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  3. Animo! Tienes mucha suerte de que la niña se quede con su padre y su abuela. Un abrazo.

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  4. Es verdad que tengo muca suerte, el papá tiene horario partido y entra sobre las 12 a trabajar, ma abuela se queda con ella hasta que yo la recojo. Además, mi bebé tiene doble suerte porque mi abuela, osea, su bisabuela, es bastante joven y está muy bien de salud y clabora en su cuidado cuando yo no estoy. ¡Gracias!

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