domingo, 14 de marzo de 2010

¿Somos responsables de la personalidad de nuestros hijos?


Es increíble cómo de repente los bebés comienzan a aprender cosas y a hacerlas cuando se lo pides. En cuestión de unas dos o tres semanas, Sofía ha aprendido a decir adiós con las manitas, a hacer palmitas, a tirar besos (aunque esto último ya lo hacía antes cuando le parecía)... Cada vez que aprende algo nuevo lo hace muchas veces hasta que se cansa, la pobre es demasiado buena porque casi siempre que le solicitamos una repetición más ella obedece pacientemente. 

Es una niña muy alegre y sociable y no puedo evitar preguntarme hasta qué punto seremos responsables de su futura personalidad que ya se vislumbra en algunos rasgos en Sofía. Tanto el padre como yo somos personas alegres, optimistas y muy sociables ( podría también enumerar defectos pero es que soy demasiado optimista para ello) y no me puedo imaginar que nuestra hija llegara a ser introvertida, seria y reservada. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Somos responsables al 100% de la personalidad de nuestros hijos, o creéis que no influimos para nada en lo que serán de mayores? Yo empiezo opinando, y cómo ya he dicho otras veces me voy por la calle del medio, opino que aunque se esté genéticamente predispuesto a algo, las vivencias influyen muchísimo y tienen la última palabra en lo que uno acaba siendo de mayor. Se abre el debate.