Soy un zombi

No me extraña que las mamás nos liemos con el sueño de los bebés. Hay mil opiniones y teorías sobre cómo acostarlos, cuándo, sobre las rutinas previas, que si déjalo llorar tanto tiempo, que si cógelo enseguida... vamos, que cada uno intentará adaptarse lo mejor que pueda en cada momento. Hay opiniones de expertos y estudios, pero ninguno hecho con tu propio bebé, en tu casa y con tus circunstancias personales.
Os cuento. Llevo un mes aproximadamente despertándome cada dos horas, como máximo, casi siempre cada hora y media. Sofía se desvela con mucha frecuencia y llora muy fuerte. La calma el pecho, así que cada vez que se despierta, pecho. No puedo más. Casi siempre acaba durmiendo con nosotros, practicando así un colecho forzado por el gran sueño que me entra; vamos, que me quedo frita con ella enganchada.
El colecho en mi caso es una opción que no me convence, porque tengo una cama muy pequeña para nosotros y además me sigo despertando igualmente cada vez que pide pecho. Voy a incorporarme a trabajar y no puedo seguir. Mi trabajo es muy exigente, ya que te obliga a estar descansada y ágil de reflejos... y no puedo dejar de trabajar. Así que esta noche empiezo a intentar dormirla sin pecho, en su cuna, al menos hasta que hayan pasado tres o cuatro horas de la última toma.
Veréis que es un método mixto, ni Eduard Estivill ni Rosa Jové: la calle de en medio. Dicen que en el término medio está la virtud. Ya os contaré cómo me va. A ver si dejo de ser un zombi.

AMAMANTAR

Realmente no sé por donde empezar. Amamantar a mi hija ha sido para mí lo mejor y, sin embargo, lo más dificil a pesar de mis conocimientos teóricos, cursos, ... He necesitado documentarme, leer libros, revistas, llamar a mi madre, llorarle a mi marido...Y todo por los grandes tópicos sobre la lactancia materna y los comentarios que se hacen, sin mala intención por supuesto, que hunden en la miseria a la mujer insegura en la que te conviertes cuando eres una "recién parida" (que por cierto, no sé porque se llama así, porque la recién parida en todo caso sería la hija y no la madre...). Comentarios del tipo: "Ese niño tiene hambre", "Tú no tienes suficiente leche para esa niña tan grande", "Esa es una tragona, vas a tener que ponerle una ayudita" no ayudan precisamente a la mamá a dar el pecho. Si esto me he hartado de escucharlo yo, que soy pediatra, me imagino lo que tendrán que sufrir las madres en general. Por ello, me he convertido en una defensora a ultranza de las madres lactantes. Creo que ya sé cómo empezar, aunque más bien es cómo acabar. Terminaré recomendando:
1. Un libro que me parece maravilloso, como libro de referencia, aunque sólo sea para consultar dudas: UN REGALO PARA TODA LA VIDA, de Carlos Gonzalez.
2. Tener cerca a alguien que te apoye siempre en los momentos de flaqueza.
3. Escuchar los consejos de madres que hayan lactado durante largos periodos.
Para empezar o terminar, creo que está bien.
Un saludo amigos.

SALIR UN POCO DEL MUNDO DE SOFÍA

Sofía llegó el 18 de Junio y desde entonces ha inundado completamente mi vida. Ahora vuelvo a escribir porque, aunque sigo absorta en mi hija, necesito compartir mis vivencias con ella.
Es cierto eso que dicen: "Te cambia la vida..." , "Ya nada es igual...", "No puedes hacer las mismas cosas..." Es del todo cierto. Sin embargo, yo lo veo desde un punto de vista totalmente positivo. Cuando un hijo es deseado, cuando llega en una época de tu vida en la que otras facetas de tu vida están llenas y estables, necesitas que te cambie la vida, necesitas que no todo siga siendo igual y te apetece hacer otras cosas nuevas, distintas a las que hacías antes.
Siento que estoy viviendo mis mejores días, aunque esto no significa que todo haya sido un camino de rosas. He tenido dudas, dificultades, incluso llantos, tanto o más que otras madres, ya que por aquello de ser pediatra pensaba que tenía que haberlo sabido todo. Realmente no traen libros de instrucciones, ni existen guías infalibles, ni profesionales que estén en posesión de la verdad absoluta. Ser madre (y padre también, claro) es dificil desde el primer día hasta el último, desde que te levantas, o te levanta tu pequeño, hasta que te duermes (si es que duermes).
Poco a poco me gustaría ir contando lo que he vivido en estos cinco meses empezando por el parto y terminando por lo útimo que ha aprendido mi pequeña, pasando por todas las dificultades que se me han presentado para dar el pecho a mi Sofía.
Prometo no dejar pasar tanto tiempo sin actualizar el blog. Un saludo a esos seguidores que han brotado en mi ausencia, gracias por leerme.

¿Parto en casa?

Continuo esperando a Sofía...se me está haciendo larguísimo. Mientras espero me imagino cómo será mi parto. He visto muchos partos en el ejercicio de mi profesión, pero no alcanzo a imaginarme cómo será el mío. Desde el principio tenía claro que quería un parto lo más natural posible, pero en el hospital, y dejando todo en manos de los profesionales. Últimaente se ha puesto de moda el parto en casa. En mi opinión en España aún no estamos preparados para asistir los partos en casa. Para ello es necesario una cobertura de profesionales y medios de los que no disponemos. La idea de un parto íntimo, en tu cama, con música, con luz adecuada...todo es muy idílico pero la verdad es que un parto es sucio, se necesita mucho espacio y sobre todo un parto se puede complicar y necesitar de atención médica para la mamá o el bebé de forma urgente. Algunas veces hay que hacer una cesárea urgente...en el hospital el tiempo de preparación es mínimo, en casa este tiempo de alargaría. Pienso que deberíamos aunar nuestras fuerzas todos los profesionales por humanizar el parto en el hospital, dejando que todo ocurra de la forma más natural posible e interviniendo sólo en los casos necesarios. De todas formas el lugar es lo de menos y si me dicen que voy a tener más recursos en un hospital, yo lo tengo clarísimo.

Su mundo

El mundo de Sofía durante estos 9 meses se ha limitado a una bolsa semitransparente llena de líquido, dentro de unas paredes musculares donde ha dado vueltas, se ha girado, ha movido sus bracitos y piernecitas, al principio con mucha facilidad, ahora con gran dificultad. Debe de estar muy muy estrecha en estos momentos. Su primer movimiento lo noté cuando estaba de unas 18-19 semanas, entonces no sabía lo que era, pensaba que eran mis tripas, hasta que se convirtió en algo frecuente y extraño. De una manera u otra, cuando se mueven tus tripas lo presientes, tienes una sensación previa. Sofía no avisaba, pataleaba de repente sin motivo aparente. Ahora es distinto, ahora sus movimientos casi siempre responden a estímulos. Si le tocas, empujando un poco, ella saca una de sus extremidades con fuerza. Últimamente la voz de su padre, hablándole de cerca, es uno de los estímulos más efectivos. Estoy segura de que lo reconoce.

Mientras tanto, ninguna señal de parto; ahí sigue ella, dentro de mí. Sofía, ¡busca la salida!, aunque entiendo que no quieras: hace demasiada calor y hay demasiado ruido aquí fuera.

¿Hay alguien ahí?

Es la dichosa pregunta que me he hecho durante tanto tiempo con mi dedo señalando hacia mi barrigota. ¿Hay alguien ahí? Yo creo que sí, porque se mueve, porque abulta, porque se siente. La segunda pregunta es ¿cuando vas a salir?. Llevo casi 15 días esperando alguna señal de parto...y nada de nada. Pero....¿es que no encuentras la salida?, es por ahí, por dónde entró la mitad de lo que hoy eres. Cuando empuja con fuerza con los pies o las manos por arriba siempre le digo ¡por ahí no es!. Yo creo que en el fondo lo que pasa es que la pobre está hecha un lío con las fechas y todavía no sabe qué día es el de su cumpleaños. Y no me extraña, por los nueve meses exactos sería una fecha, por las dichosas 40 semanas de los ginecólogos sería otra y, por si fuera poco, según la primera ecografía otra diferente... y la pobre, con lo pequeña que es, estará pensando: "A ver si me equivoco y me quedo sin regalitos para el resto de mi vida"
Ven cuando quieras, ¡TE ESTAMOS ESPERANDO!